- TÍTULO DE LA OBRA “Los ríos profundos”
- AUTOR José María Arguedas
- EDITORIAL Losada
- AÑO DE PUBLICACIÓN 1978
- GÉNERO Narrativo
- ESPECIE Novela
- PERIODO Indigenismo
- RESEÑA BIOGRÁFICA De la misma forma que otros escritores peruanos como el mestizo Inca Garcilaso de la Vega, Arguedas sufrió el conflicto entre dos mundos. Pasó su niñez en compañía de indígenas de la sierra peruana y luego se educó profesionalmente en Lima, un mundo occidentalizado, la mayor parte de su obra la escribió allí, pero los referentes, la temática se fundaban en las experiencias en el ande que lo marcaron de por vida y le sirvieron para construir un universo literario rico en referencias antropológicas y etnográficas. En esta ficha revisaremos principalmente ese universo infantil.
El Niño Testigo
Voy a hacerles una confesión un poco curiosa: yo soy hechura de mi madrastra. Mi madre murió cuando yo tenía dos años y medio. Mi padre se casó en segundas nupcias con una mujer que tenía tres hijos; yo era el menor y como era muy pequeño me dejó en la casa de mi madrastra, que era dueña de la mitad del pueblo, tenía mucha servidumbre indígena y el tradicional menosprecio e ignorancia de lo que era un indio, y como a mí me tenía tanto desprecio y tanto rencor como a los indios decidió que yo había de vivir con ellos en la cocina, comer y dormir allí… Sobre unos pellejos y una frazada un poco sucia, pero bien abrigadora, pasaba las noche conversando y viviendo tan bien que si mi madrastra lo hubiera sabido me hubiera llevado a su lado donde sí me hubiera atormentado.
(1965, Primer Encuentro de Narradores en Arequipa)
Como José María narra, vivió entre indios de hacienda que le bridaron cuidado y afecto maternal. La desgracia lo decidió así, cuando tenía dos años perdió a su madre Victoria Altamirano Navarro. Eran tres hijos. Su padre, Víctor Arguedas, imposibilitado para atenderlos, entregó el menor a una de sus hermanas, a José María lo llevo a casa de sus padres y se fue con Arístides, el mayor, a trabajar como juez a la provincia de Lucanas en la pobre y conflictiva ciudad de Ayacucho.
Volvió a casarse con la hacendada Grimanesa Arangoitia, recogió a José María y lo llevó al nuevo hogar. El niño vivió amargos momentos, la convivencia con la madrastra fue difícil, el escritor narró años después los maltratos a los que era sometido, su único consuelo era la convivencia con la servidumbre, gracias a ello aprendió perfectamente el quechua, idioma que utilizó en la escritura literaria.
Lo peor de esta época fue que algunas veces la pareja de esposos dejaba al niño José María al cuidado del hermanastro Pablo Pacheco, quien, según los biógrafos, lo obligó a presenciar una violación a una sirvienta india de la hacienda. Posiblemente por ello el abuso sexual sea una constante en la obra arguediana.
En el patio grande de la hacienda Viseca cantaban por las noches, las mujeres, los muchachos y los peones de la hacienda. Los dueños de Viseca nos dejaban cantar…
(Canto Kechwa, ensayo sobre la capacidad de creación artística del pueblo indio y mestizo)
José María huyó del dominio de su madrastra a los diez años; junto a su hermano Arístides, se fueron a la hacienda Viseca propiedad de un tío, donde siguió conviviendo con la población indígena del lugar hasta que su padre lo recogió y lo llevó como acompañante en sus múltiples viajes por distintos pueblos de la sierra. Víctor Arguedas fue destituido de su cargo de juez por su oposición al gobierno de Leguía. Estos años serían fundamentales para la construcción del mundo literario arguediano.
Mi padre no pudo encontrar nunca dónde fijar su residencia, fue un abogado de provincias, inestable y errante. Con el conocí más de doscientos pueblos. (Los ríos profundos)
muy bonita la obra yo la voy a exponer en mi colegio
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